Como me ocurrió a mí, llegó a la radio por casualidad, a pesar de no haber estudiado nada relacionado con ello. Ha presentado programas de todo tipo, ha sido jefa de prensa en un equipo de fútbol y todo ello después de haber estudiado Derecho. En el día de hoy en esta entrevista a Paz Castelló vas a poder conocer si después de su paso por el mundo del fútbol piensa que en este hay machismo, si la autora de Mi nombre escrito en la puerta de un váter lee sentada en el urinario, si tiene alguna fobia, si tiene miedo a que sus hijos adolescentes salgan de noche y mucho más. Si quieres saber todo lo que se puede saber de esta escritora en 10 preguntas, no te pierdas esta…
Entrevista a Paz Castelló, escritora y comunicadora
¿Cuál fue esa broma del destino que te llevó a la radio? ¿Me cuentas cómo fue esa primera vez ante el micro?
Tenía apenas 18 años, participaba en un grupo de teatro amateur, pero necesitaba un trabajo que me proporcionara ingresos ya que también era estudiante de Derecho y apenas tenía para mis gastos. Así que un día estaba en el coche con mi novio y con la radio puesta, y escuché un anuncio en los 40 principales. Buscaban nuevas voces y me presenté. Pensé que no sería mucho más diferente que interpretar un papel sobre un escenario. Pero lo fue. Recuerdo que necesité muchas horas de práctica para no mostrarme cantarina ante el micro y resultar natural y fresca, que era lo que caracterizaba a las voces de esa emisora. Desde aquel momento me enganché a la magia de la radio.
¿Es muy machista el mundo del fútbol? Si mañana un equipo de primera división te quisiera contratar como jefa de prensa, ¿qué harías?
Es muy machista, lamento tener que ser tan contundente pero lo es. Ya fui Jefa de Prensa de un club de fútbol y mi experiencia no fue como para repetirla, aunque nunca se puede decir de esta agua no beberé. En realidad no creo que otro club quisiera contratarme después de haber escrito mi novela La muerte del 9.

Fuente imagen: Paz Castelló
¿Qué le dirías a la Paz Castelló que tenía…?
– 20 años de edad: No te quedes con las ganas, hazlo. No seas tan responsable. Sé un poco más alocada.
– 30 años de edad: Si no te hace feliz, no lo hagas. Nada ni nadie lo merece. Ha llegado el momento de desaprender. Lo mejor está por llegar.
– 60 años de edad (cuando llegue el momento, aún lejano): Has vivido una vida intensa. Sigue así. Vas a ser una vieja cojonuda.
Una cualidad de cada uno de tus hijos en los que sean clavaditos a ti. Y una cualidad de cada uno de tus hijos en la que sean distintos a ti
Mi hija es muy parecida a mí en cuanto a su personalidad. En realidad somos clavaditas. Sin embargo mi hijo es igual que su padre. Si tengo que destacar una cualidad que nos caracterice a los tres es que somos personas nobles, amigos de nuestros amigos y le otorgamos mucho valor a la lealtad.
En cuanto a las diferencias, mi hijo es una persona muy bien pensada, nada rencoroso. A mí me cuesta más hacer la digestión emocional de determinados comportamientos.
Mi hija tiene una visión del mundo que me resulta fascinante. Tiene mirada de artista. Encuentra y crea belleza en la vida cotidiana.
¿Cuándo y qué fue lo último que leíste en un váter?
Un prospecto de un medicamento. También el periódico con el teléfono móvil. No leo libros en el váter.
¿Cuál es la clave para, en los tiempos que corren, llegar a los 25 años de matrimonio? Por cierto, dentro de tu matrimonio, ¿cuál es/fue el mejor momento? (no valen como respuesta ni el día de la boda ni el de nacimientos de los hijos)
El secreto es estar casado con la persona con la que lo estoy. Yo soy la difícil de llevar, no él. Soy bastante compleja. Creo que se lo tendrías que preguntar a él. Pero como supongo que esta respuesta tampoco vale, te diría que es fundamental la comunicación, el respeto, y ese punto de admiración del uno por el otro. Además la pasión debe seguir latiendo y para ello hay que alimentarla. Debe haber piel entre ambos. Ah, y la independencia, respetar el espacio individual, seguir siendo dos, para dejar de serlo de vez en cuando.
En cuanto al mejor momento, sin contar los que mencionas, que por cierto el de la boda no lo fue porque yo no me quería casar pero perdí una apuesta (si quieres te lo cuento en otra entrevista), me quedo con los detalles de las pequeñas cosas, del día a día. Volver a casa y tener preparado un baño con velas y espuma, ir a verlo actuar al teatro, cualquier logro de mis hijos que siempre saben mejores que los propios, la publicación de mis libros, un paseo por la playa… soy de pequeñas cosas, el placer de las cosas sencillas.
No conoces de nada a esa persona. Simplemente coincides con ella unos minutos y piensas… “tiene algo que no me gusta”. ¿Qué es ese algo que hace saltar tus alarmas interiores?
Tengo una parte bruja muy acentuada, percibo las energías. Con el tiempo he aprendido a hacerle caso a esa intuición porque no suele fallarme. La forma de mirar, los gestos, cómo se dirige a las personas, no necesariamente a mí, y la energía que desprende. Todas esas señales de una primera impresión me determinan bastante.
Quiero que recuerdes a la Paz que tenía 10 años y llegaba a casa de su abuela… ¿A qué olía esa casa? ¿Cuál era ese plato que te preparaba tu abuela que tanto te gustaba?
Mi abuela paterna vivía en casa de mi tía, en el pueblo, y la visitábamos más frecuentemente en verano. Recuerdo especialmente las meriendas, esos bocadillos maravillosos sobre todo por el pan. Era pan con un olor especial y un sabor que no he vuelto a encontrar.
Ronda rápida de preguntas (I):
– ¿Tienes miedo cuando tus hijos salen de noche solos o con los amigos? No soy miedosa en ese sentido. Confío en ellos y sé que son responsables. Procuro no vivir con miedo.
– ¿Tienes algún tipo de fobia? No es una fobia como tal pero detesto a las ratas, y mira que es raro porque me gustan todos los animales en general.
– Ahora mismo, sin pensar, dime el nombre de la primera persona que se te viene a la cabeza… (y dime quién es) Ernesto, mi compañero de vida. Ya sabes, la importancia de llamarse Ernesto que diría Oscar Wilde.
– El mejor momento de la semana es… porque… Los viernes por la noche. Nos reunimos los cuatro y cenamos pizza, patatas fritas y bebemos refrescos. Lo hacemos desde que eran muy pequeños, es una tradición familiar. Charlamos de nuestras cosas. Es un momento entrañable, de familia, casi sagrado.
– El peor momento de la semana es… porque… No hay ninguno peor en especial, pero los domingos por la noche me asalta un poco la pereza de empezar de nuevo con la vorágine de la semana. Pero dura poco.

Fuente imagen: Paz Castelló
Ronda rápida de preguntas (II):
– Estudiaste Derecho… ¿Serías capaz de ejercer como abogada mañana mismo? Mañana no, pero dentro de un mes sí. Es cuestión de reciclarse y ponerse un poco al día. De todas formas no creo que se produjera ese momento.
– Si te lo propones eres capaz de… Cualquier cosa. No me pongo límites. Si otra persona es capaz de hacerlo, yo también. Eso le digo a mis hijos. Creo que querer es poder. Otra cosa es el tiempo que necesite para lograrlo o si me compensa o no el esfuerzo que tenga que invertir, pero hasta el momento he conseguido todo lo que me he propuesto, aunque suene un poco pretencioso.
– En cambio, eres incapaz de… Me cuesta gestionar la mentira, la traición, la deslealtad y tener que hacer algo que va en contra de mis principios.
– ¿Cuál es el libro que has leído más veces y cuál el último que has dejado sin terminar? Por respeto al autor me vas a permitir que no mencione el que he dejado sin terminar. Si un libro no me gusta, no lo termino, pero es sólo una opinión particular y todo aquel que se esfuerza en escribir merece mi respeto, así que no diré cuál he dejado últimamente.
En cuanto al que he leído más veces, no suelo releer tampoco en el caso de novelas, pero sí libros de poemas, que abro por una página cualquiera y escojo uno al azar. Por ejemplo uno que me trajeron los últimos Reyes Magos y que tengo en la mesilla, de Miguel Gane, Con tal de verte volar.
– ¿A quién, y por qué, me aconsejarías hacer una entrevista como esta? A Miquel Esteve. Porque es una persona muy interesante, con mucho mundo interior y que estoy segura que disfrutaría con la entrevista tanto como he disfrutado yo.
Como todas las personas entrevistadas en #DetrásDeLaArroba, tienes la opción de hacerme una pregunta. Adelante…
(Paz Castelló pregunta) Pero… ¿la responderás? Esa no era la pregunta, sólo una reflexión en voz alta. La cuestión sería… ¿Qué pregunta te hubiera gustado hacerme y no te has atrevido? J
Después de muchas entrevistas realizadas hay temas, llamémosles delicados, que la experiencia me dice que la gente no quiere contestar, ya sean política, religión o sexo. Así pues, salvo que me enfrente a una entrevista de un profesional de ese ramo, esas preguntas ya ni pasan por mi mente. Ahora bien, ya puestos, te lanzo una pregunta en el descuento y fuera de la entrevista que, si quieres contestarla en redes sociales, la incorporaré gustosamente a la entrevista. Allá va…
¿Con los ingresos de la venta de tus libros tienes para vivir desahogadamente, es un sueldo normalito, te da solo para pagar algunas facturas, para hacer algún viaje u otro capricho…?
Hasta aquí la entrevista a Paz Castelló, una alicantina que estudió Derecho, que entró casi de casualidad en la radio (donde ha estado muchos años), que ha sido jefe de prensa de un equipo de fútbol, madre de dos mozalbetes, unida al mismo hombre desde hace más de un cuarto de siglo y premio Letras del Mediterráneo 2018, al igual que Espido Freire, a la que también entrevistamos en #DetrásDeLaArroba.
Nos vemos.