La desvirtualicé hace varias semanas en el II Encuentro de Literatura Romántica de Pilas. Tuvimos la mala suerte de que a ambos nos tocó compartir mesa de debate jajaja. En esta entrevista a Laura Sanz, autora de la Trilogía de los Hermanos Landvik (vaya los apellidos que busca la muchacha, con lo fácil que es un García…) o Harry Wolf trataremos de conocer a la persona que hay tras la autora. ¿El pelo de colores será parte de su marca personal? ¿Qué importancia tendrá “su Paco” en su éxito como escritora? ¿En algún momento se siente sola? ¿Cuándo fue la última vez que le entró ganas de mandar a alguien “a la mierda”? Si quieres saber si se ha pasado de sincera en estas y otras muchas preguntas no te pierdas esta…
Entrevista a Laura Sanz
Momentos de soledad para escribir, eventos, firmas de libros, entrevistas… ¿Cuánta parte del éxito de un autor depende una pareja que sepa comprender este mundo?
Más del cincuenta por ciento, seguro. Yo jamás habría llegado donde he llegado o sería lo que soy si no hubiera contado con el apoyo de mi pareja. Él fue el que me animó a dejarlo todo y tirarme de cabeza a la piscina para vivir de la manera en la que lo estoy haciendo, cumpliendo mi sueño. Por desgracia, conozco a otros autores (bastantes) que no cuentan con la comprensión de sus familias que ven esto de escribir como un entretenimiento poco productivo y que carecen de apoyo. No es mi caso. Sin ese respaldo que tengo a mi lado, solo me conocerían en mi casa y probablemente habría dejado de publicar.
Ya que en el II Evento de Literatura Romántica de Pilas coincidimos en la mesa de marketing, preguntas sobre marketing:
– ¿El pelo de colores forma parte de tu marketing personal?
El pelo de colores llegó antes de que publicara una sola coma. Quizá se haya convertido en algo distintivo, parte de mi marketing personal, pero ha sido inintencionadamente. En realidad, siempre fue una muestra de rebeldía y de querer ser diferente. Mis padres son de la vieja guardia y bastante conservadores. Desde que era una cría he intentado escapar de sus convencionalismos y de lo que esperaban de mí. Llevo años horrorizándoles. Ahora están un poco más tranquilos porque piensan que su hija es una “famosa escritora”. *Risa.
– ¿Y que las portadas de tus libros sean en blanco y negro con una letra de color muy llamativa?
Reconozco que cuando comencé a escribir (mejor dicho a publicar, ya que escribir lo hago desde siempre) quería alejarme de los tonos pastel o coloridos que tanto se ven en la novela romántica. ¿Ves? Al igual que en mi vida personal aquí también quiero diferenciarme. *Sonrisa pícara… Mis historias en sí no son nada pastel ni coloridas. Además, el color negro siempre ha sido mi favorito (tiendo al romanticismo trágico de Bécquer).
Respecto a las portadas de los Landvik, que son las que tú mencionas con colores brillantes en combinación con el blanco y negro, creo que llaman la atención y entran por los ojos. Soy muy crítica con mis portadas, las visualizo en mi cabeza y sé exactamente lo que quiero. Luego me toca encontrar a alguien que lleve a cabo lo que yo no puedo hacer por falta de conocimientos (Photoshop, blablablá…). Es un horror para un diseñador trabajar conmigo. No les dejo que decidan absolutamente nada. Les paso hasta el número de Pantone que tienen que usar en los títulos…
– ¿Cuál es la parte del marketing que crees mejor y peor se te da personalmente?
Vale, comienzo a echarme flores… 3, 2, 1…
Creo que tengo buenas ideas para promocionar mis novelas. Soy original, ocurrente y trato de ser diferente. Me desenvuelvo bien en las redes sociales. Empleo lo que yo llamo el “marketing del sentido común”. Soy autodidacta y nunca he estudiado marketing ni publicidad ni nada relacionado con el tema, pero investigo, sigo a grandes autores y veo lo que sí funciona y lo que no, y lo adapto a mí (siempre innovando y nunca copiando). Tengo también bastante claro para qué estoy aquí y cómo tengo que usar las herramientas que están a mi disposición. Ya lo comentamos en Pilas, hay que saber diferenciar entre el producto (las novelas) y la marca (Laura Sanz) y actuar en consecuencia. *Asiento con la cabeza, satisfecha.
Y ahora me voy a quitar las flores… 3, 2, 1…
No se me da demasiado bien hablar de mis libros, sobre todo en persona. Si bien en las redes no tengo problema a la hora de crear una promoción, cuando estoy en un evento o una firma de libros y alguien me pregunta por mis personajes o mis novelas, vacilo. Parece mentira, supuestamente no debería ser así, a fin de cuentas yo he escrito esas novelas, tendría que poder decir un montón de cosas positivas sobre ellas, pero no es así. Envidio a los autores que se sientan ante el público y que responden a un montón de preguntas y se explayan hablando de sus personajes y sus historias. Yo, la mayor parte de las veces, cuando en un evento, alguien me pregunta: “¿Por qué debería leerme alguna de tus novelas?” suelo responder: “No sé. No son ni mejores ni peores que otras”. (Un desastre, lo sé). *Resoplido exasperado.
– ¿Y a los autores que conoces (sea personalmente o por las redes)?
Como he comentado antes, hay autores a los que admiro muchísimo por ser capaces de hablar sobre sí mismos y de su trabajo con ese aplomo y esa seguridad aplastante. Les tengo una envidia sana y quiero ser como ellos.
Luego hay otros que, al parecer, no tienen demasiado claro lo que es promocionarse. Muchos saben escribir y muy bien, pero a la hora de venderse fracasan estrepitosamente. No se puede querer destacar en este mundillo con publicidad mediocre. Ejemplo: fotos mal recortadas, banners mal hechos, frases manidas del tipo: No te dejará indiferente… *Ojos en blanco. Y también haciendo un mal uso de las redes sociales. Ejemplo: pensar que tu página/perfil de Facebook es el lugar donde están tus amigos y donde puedes relatar todas tus penas. Error. Creo que hay que saber diferenciar entre lo que es tu página de autor y tu perfil personal.
También me di cuenta que tienes fama de decir muchos “tacos”, así que, hablemos de tacos:
– Si te dan a elegir entre un taco mejicano o taquitos de jamón y/o queso para picar, ¿qué elegirías?
Un taco mexicano, sin lugar a dudas. Soy una floja y el picante me puede…
– ¿Sabes manejarte con los tacos de billar?
Eso pensaba hasta que jugué con expertos que me pusieron en mi sitio.
– Por cierto, ¿qué crees que mide más, un taco de billar o Laura Sanz?
A ver, sé que le saco al menos diez centímetros al taco. Me he tenido que ir a la Wikipedia para ver las medidas exactas. *Risita. Miden de 140 a 145 cm y yo llego a los 154 cm.
– ¿Laura Sanz, solo vendiendo libros, podría “montarse en el taco”?
Reconozco que es la primera vez que escucho/leo esta expresión “montarse en el taco”. De nuevo me has hecho trabajar y he tenido que ir a buscarla al Google. Por lo que he podido averiguar significa hacerse rico.
¿Laura Sanz hacerse rica vendiendo libros? Eso son palabras mayores. Rica, rica, quizá no (soy demasiado lenta escribiendo. No puedo publicar más de una o dos novelas por año). ¿Vivir de esto? Sí, definitivamente. Ahora mismo lo hago y ya van casi tres años. También es cierto que esto es como una pompa de jabón y que igual que hoy eres popular y vendes mucho, mañana estás abajo y no vendes nada. Y más todavía si tenemos en cuenta que dependemos (los autopublicados) de un gigante como Amazon que tiene el monopolio absoluto de este mundo en sus manos y que cambia sus algoritmos y sus políticas como y cuando le da la gana. Estamos a su merced.
De esos tres mil y pico libros que tienes dime cuál es el que más veces has leído y cuál el último que has dejado sin acabar (y el porqué a ambas cosas)
Creo que los libros que más he leído en mi vida son tres:
1. Los tres mosqueteros. Siempre he amado las novelas de aventuras. Me transportaban a otro mundo y me hacían soñar. Y esta, para mí, es la mejor, lo tiene todo: héroes, villanos, amor, guerra, duelos, camaradería…
2. Quo Vadis? Me lo regaló mi hermana cuando cumplí nueve años y me fascinó. La historia de los primeros cristianos, el megalómano de Nerón, el amor tan increíble entre Ligia y Marco Vinicio… La escena en el circo, en la que la muchacha está atada al lomo de un uro para ser sacrificada y Urso, su criado, la salva y luego Vinicio se lanza a la arena y se rasga la túnica y muestra al pueblo sus cicatrices de guerra, no la voy a poder olvidar jamás. Me penetró en las retinas conmoviéndome hasta el infinito (recuerda que solo tenía nueve años).
3. El manantial. Lo leí con doce años y no lo entendí, por supuesto, pero me dejó tocada, así que volví a leerlo y a leerlo hasta que conseguí comprender el mensaje de la novela. Es un canto al individualismo y las ideas preconcebidas. Una crítica a los convencionalismos sociales y la falta de originalidad. Me marcó mucho. Tanto es así, que en mi última novela, Harry Wolf, le hago un gran homenaje al libro.
El último libro que dejé sin acabar es una novela que descargué gratuitamente de Amazon en inglés. Se titula: “The duelist’s seduction” y no consiguió atraparme.
Dado que uno de los protagonistas de tus obras era un antiguo campeón de MMA (Artes Marciales Mixtas):
– ¿Has visto algún combate de MMA (en vivo o en TV)?
Me he tragado unos cuantos en YouTube. No he llegado a convertirme en aficionada, pero si ahora pillo alguno haciendo zapping, me quedo 😉
– ¿Qué te parece Conor McGregor?
Un provocador nato. Entre tú y yo y aquí en petit comité te diré que me parece un imbécil engreído. Prefiero mil veces más a Randy Orton. Ese sí que es un dulce de hombre.
¿Llegaste a hablar con Ken Follett? (En caso que SÍ, ¿qué hablaste con él? / En caso que NO, ¿qué te hubiera gustado hablar con él o preguntarle?)
Lo único que pude decirle en mi más que impecable inglés fue: “Me encantan sus novelas. Muchas gracias por escribirlas”. A lo que él respondió: “Es un placer”. Y chimpún. Me hubiera encantado preguntarle mil cosas, pero la situación no lo hacía posible. Teníamos a un maestro de ceremonias empujando para que fuéramos breves y apenas si daba tiempo a tomarse la foto. Además, en caso de que hubiese tenido tiempo de hacerle preguntas, mi tartamudeo le hubiera impedido al pobre señor Follet entender ni una sola palabra. Me imponen muchísimo esas situaciones. Mi timidez (que a duras penas mantengo oculta casi siempre) me desborda.
¿Cuándo fue la última vez que…?
– Te sentiste sola
Esa es fácil. Escribir es un trabajo solitario. Pasas muchas horas sentada delante de un teclado sin nadie a tu alrededor.
Venga, vale, ya sé que tu pregunta llevaba otra intención, no te referías a la soledad física, sino a la otra, la grande, profunda y triste…
Lo cierto es que me siento sola con frecuencia. Casi todos los días un rato… luego se me pasa…
– Tuviste un presentimiento y se cumplió
Ufff, creo que nunca. Soy malísima con eso. No tengo intuición. Y cuando la tengo, la mayor parte de las veces me equivoco.
– Tuviste ganas de mandar a alguien “a la mierda”
Casi a diario. El mundo está repleto de imbéciles, de gente que no mide sus palabras y que no le importa nada hacer daño a otros.
– Pensaste “tierra, trágame”
De esto no me acuerdo, la verdad.
¿Cómo podrías ser más feliz de lo que eres actualmente?
Tengo la gran suerte de encontrar placer en las pequeñas cosas. Así que creo que lo tengo todo ya. No necesito más. Digamos que cuando tu vida no ha sido siempre fácil, el simple hecho de tener a gente que te quiere a tu alrededor es lo más importante. Puedo permitirme el lujo de ir al cine cuando quiero, de salir a dar un paseo, de viajar, de ver la tele hasta las tantas de la noche, de escribir cuando me apetece… ¿Qué más puedo pedir?
Quizá, en mis momentos de bajón (que también los tengo) me apetecería tener más dinero o ser más delgada… pero tampoco creo que eso me trajera más felicidad. Si echo la vista atrás, en el pasado, en algunas ocasiones, he tenido más dinero y también he estado más delgada que ahora. Y no he sido más feliz.
Ronda rápida de preguntas (I): va sobre viajes y/o ciudades:
– ¿Qué te pareció lo poco que pudiste ver de Sevilla?
En dos palabras: MARAVILLOSO J Quiero volver. Un día no es suficiente.
– ¿Qué echas de menos de Guadalajara?
Mi Guadalajara. La de mi infancia y adolescencia. Se ha ido. Cada vez que voy, cosa que hago con frecuencia porque mis padres siguen viviendo allí, se me rompe un poquito más el corazón porque todo lo que conocía va desapareciendo. La ciudad va creciendo y modernizándose y no me ha tenido en cuenta. No me ha preguntado si me agrada que hayan cambiado las farolas antiguas por otras modernas con pinta de supositorio. Nadie me consultó cuando trasladaron el recinto ferial a las afueras. Ni me avisaron del cierre de bares míticos y locales comerciales.
La nostalgia me abruma.
– De las ciudades que has visitado la que más te ha gustado ha sido…
Han sido dos.
Una por bella, y otra porque me sentí como en casa.
Florencia es la bella. Hace años hice un viaje a Italia y tuve la desgracia (o suerte) de discutir con la persona con la que viajé de manera que nos separamos y me fui a recorrer la ciudad sola. Fue una de las mejores experiencias de mi vida. Amé esa ciudad, sus calles, sus plazas, la gente… todo.
Y donde me sentí como en casa fue en Ciudad de México. Estuve allí hace más de veinte años y me fascinó. Recuerdo que durante mucho tiempo, después de haber vuelto de aquel viaje, cuando me sentía triste o sola, pensaba: “Quiero volver a casa, a México”.
– Te mueres por ir a…
Hoy en día ya no me muero por nada ni por nadie, pero sí que me gustaría viajar a Viena.
Ronda rápida de preguntas (II): va sobre autores (del mundillo en el que nos movemos). Tienes que decir un nombre; solo uno (y la razón a la respuesta):
– Tu mejor amig@:
Laura Girón. Nos vemos poco y apenas hablamos, pero sé que siempre está ahí y jamás me ha decepcionado. Y me siento bien querida por ella. Y eso vale oro. La mayor parte de la gente te sonríe solo de frente.
– No le hace justicia lo bien que escribe para los puestos/ventas que tiene en Amazon:
Mayte Esteban. Es una mujer a la que admiro mucho muchísimo. Creo que tiene una calidad literaria impresionante. La habría incluido también en la pregunta número uno, en la de mejor amiga, pero como no me has dejado, hago trampa y lo menciono aquí. *Risita de autosuficiencia.
PD: Mayte Esteban ya pasó por #DetrásDeLaArroba
– Es novel y crees que en unos (pocos) años tendrá algún “pelotazo”:
Carmen Sereno. Acaba de publicar su primera novela y escribe de lujo, lujo.
– Debería hacerle una entrevista como esta:
A Marisa Sicilia. La admito como escritora y como persona. Es maja y me cae bien 😉
Ha llegado el momento de la venganza. Ahora tú puedes hacerme una pregunta.
(Laura Sanz pregunta) Manuel, ¿te caigo bien? Si es que sí, ¿por qué? Si es que no, no respondas. La ignorancia es felicidad. *Risa.
Vamos a ver, querida Laura Sanz: ¿De verdad piensas que una persona que no sabe qué es “montarse en el taco” o que prefiere un taco mexicano al jamón y al queso puede gozar de mis simpatías? Además, puedo decirte que tenía la entrevista preparada desde hace más de una semana y, justo el día antes de salir publicada, mi blog es hackeado. Muchas casualidades… Me cayó bien Paco, pero, ¿tú?
Y con esta respuesta que sé que ella va a saber interpretar concluye esta entrevista a Laura Sanz. Espero que hayas disfrutado leyéndola tanto como yo haciéndola y que te haya servido para conocerla un poco mejor. En próximas semanas más entrevistas.
Nos vemos
Hola Manuel! Me ha encantado la entrevista! Enhorabuena! Un abrazo!
Gracias Ana.