Valenciana. Estudió Bellas Artes, pero no ejerce de lo que estudió. Madre de dos niños que forman su seudónimo. En esta entrevista a Adriana Rubens sabrás si ahora se arrepiente de haber estudiado Bellas Artes, cuál es para ella el pecado capital más placentero o si preferiría un abrazo de sus hijos antes que un beso de su marido. Para conocer esto y mucho más, no te pierdas esta…
Entrevista a Adriana Rubens, escritora
Lo que vas a encontrar en este artículo
- 1 Como si fuera una de tus novelas… ¿Cómo describirías a Beatriz Calvet?
- 2 Si volvieras atrás, ¿volverías a estudiar Bellas Artes? ¿Para qué sirve esa carrera?
- 3 Leo en tu blog que eres prepotente, obsesiva compulsiva, con sentido común e ilusa. ¿Te apetece ir un poco más allá? De esos 4 adjetivos, ordénalos del que crees que eres más al que menos
- 4 En la vida real te lo firmo, pero en ficción… ¿que todos los finales sean felices no es un “rollo”?
- 5 De los 7 pecados capitales…
- 6 ¿Qué se siente sabiendo que eres la escritora más sexy? (Título que te ha otorgado Verónica Valenzuela en la entrevista que le hice)
- 7 Y ya que hablamos de cosas sexys…
- 8 No te voy a preguntar por tus hijos, pero sí por sus nombres…
- 9 Ronda rápida de preguntas (I): en esta pregunta voy a ser malvado de verdad. De cada pareja que te indico, solo puedes elegir una opción. Además, soy tan malo que debes explicarme por qué eliges una y no la otra
- 10 Ronda rápida de preguntas (II): ¿Quién es, y por qué?
- 11 Comparte esto:
Como si fuera una de tus novelas… ¿Cómo describirías a Beatriz Calvet?
Entró en la habitación y allí estaba ella, la chica de mirada curiosa, sonrisa fácil y voz dulce.
Si volvieras atrás, ¿volverías a estudiar Bellas Artes? ¿Para qué sirve esa carrera?
Ufff! Quedaría bien decir que sí porque todo lo que he hecho en esta vida me ha llevado al momento presente, blablabla… Pero si soy sincera, la respuesta es no. Si volviese hacia atrás, elegiría Psicología o Filología. Y eso que estudié ciencias puras, pero al madurar descubrí que lo mío son las letras. Creo que ese fue mi mayor error de juventud.
En cuanto a la utilidad de la carrera de Bellas Artes… No creo que los que la estudien lo hagan por utilidad. Es preciosa. Realmente preciosa. Ayuda a expresar sentimientos y emociones de forma plástica, de la misma forma que otros utilizan música o palabras.

Fuente imagen: Adriana Rubens
Leo en tu blog que eres prepotente, obsesiva compulsiva, con sentido común e ilusa. ¿Te apetece ir un poco más allá? De esos 4 adjetivos, ordénalos del que crees que eres más al que menos
Jajaja, telita con la pregunta. Vamos allá, por orden:
Sentido común. Soy muy racional.
Obsesiva compulsiva. Por desgracia, en ciertos aspectos lo soy, pero me los reservo.
Prepotente. Aquí tengo que hacer un matiz: no pienso que soy mejor o estoy por encima de alguien, pero nunca me ha faltado fe en mí misma ni en mis posibilidades. Un ejemplo: A los dieciocho años me propuse diseñar un vestido para Nochevieja sin tener ni idea de coser. Mi madre, que sí sabía, me dijo que mejor me lo hacía ella, pero yo le solté algo así como «si tú puedes, yo también». Y aquella Nochevieja lucí mi modelito encantada de la vida. No sé si es un defecto o no, pero si creo que puedo hacer algo, lo hago a pesar de que las personas que tengo a mi alrededor me digan que no voy a ser capaz de hacerlo.
Ilusa. Esto se va curando con la edad. Jajaja.
En la vida real te lo firmo, pero en ficción… ¿que todos los finales sean felices no es un “rollo”?
Depende de la ficción. En novela romántica SIEMPRE espero y deseo un final feliz. Pero si leo o veo un thriller, que también me gustan, me conformo con un final coherente, porque hay situaciones en las que un final feliz estaría fuera de lugar.
Respecto a lo de “rollo”… Hay tantos besos diferentes, tal infinidad de miradas, tantas promesas, abrazos… Es deber de las escritoras de romántica hacer del mismo final feliz de siempre un momento especial y único en cada novela.
De los 7 pecados capitales…
– ¿Cuál es el más placentero?
No sabría por cual decantarme, la verdad. Depende de la ocasión (y en su justa medida) me quedo con la lujuria (el porqué es evidente), la gula (me gusta comer) y la pereza (después de la semana que llevo, me encantaría uno de esos fines de semana de los que pasas de la cama al sofá y del sofá a la cama, y que se extinguieron con el nacimiento de mi primer hijo).
– ¿Y el más detestable?
¿Sabías que los pecados capitales antiguamente eran ocho? Para mí el octavo es el más detestable de todos: la cobardía.
– Por cierto, ¿qué piensas de la película Seven (donde el malo se acaba imponiendo)?
La he visto varias veces y me encanta por la trama psicológica que tiene. Creo que es un peliculón y el final que tiene es parte de ello. Si a esa peli le hubiesen puesto un «Acabaron con el malo y vivieron felices para siempre», hubiese perdido su esencia y su fuerza.

Fuente imagen: Adriana Rubens
¿Qué se siente sabiendo que eres la escritora más sexy? (Título que te ha otorgado Verónica Valenzuela en la entrevista que le hice)
El título carece de fundamento, créeme. Te lo puede decir cualquiera que me conozca. El calificativo que más relaciona la gente conmigo es «dulce».
Apunte: aquí puedes leer la entrevista a Verónica Valenzuela.
Y ya que hablamos de cosas sexys…
– ¿Cuáles son las partes del cuerpo más y menos sexys de un hombre?
Creo que siempre depende del hombre en cuestión y, más que en sus atributos, la clave está en que sepa utilizarlos. Pero si tengo que generalizar…
Las partes más sexys: la boca (una sonrisa canalla), los ojos (una mirada intensa), las manos y la voz (adoro las voces ligeramente roncas).
Las menos sexys: los testículos. Jajaja.
– ¿Y del de una mujer?
Volviendo a generalizar…
Las más sexys: la boca, los ojos y la curva baja de la espalda.
Las menos sexys: los codos.
– Y fuera del aspecto físico, ¿qué hace ser sexy a un hombre?
La actitud y la seguridad en uno mismo. Es básica. Pero como suelo decir: «siempre hay un roto para un descosido». La sensualidad, al igual que la belleza, está en los ojos del que la percibe.
– ¿Y a una mujer?
Idem.
No te voy a preguntar por tus hijos, pero sí por sus nombres…
– ¿Por qué elegísteis Adrián y Rubén?
No tienen ningún significado trascendental ni oculto. Eran dos nombres que nos gustaban a los dos (algo muy difícil de conseguir, jajaja).
– ¿Habían otros nombres para ellos que os gustaran y que acabasteis descartando?
Mi marido estaba empeñado en Ismael. Muy empeñado. Pero yo lo asociaba a alguien de mi trabajo que me caía mal, y no acepté. En contrapartida, a mí me gustaban Diego, Lucas y Marcos, pero a mi marido no. Así que me conformaré con crear protagonistas masculinos que los lleven. Jajaja.
– ¿Qué nombre hubierais elegido en caso de tener una niña?
Laura. Me encanta ese nombre. Y como no he tenido niñas es el nombre de una de mis protas.
Ronda rápida de preguntas (I): en esta pregunta voy a ser malvado de verdad. De cada pareja que te indico, solo puedes elegir una opción. Además, soy tan malo que debes explicarme por qué eliges una y no la otra
– Escritoras de romántica españolas o americanas:
Americanas. Crecí con ellas y fueron las que me hicieron querer escribir este tipo de historias. A las españolas las estoy conociendo ahora.
– Las vacaciones de verano o las de navidad:
Las de verano. Odio pasar frío. Creo que en otra vida debí de ser un oso porque el frío me tienta a hibernar (casa, sofá, mantita). Soy una persona de sol. Me encanta la playa.
– Ganar el Premio Planeta o que te toque un millón de euros en una lotería:
El millón de euros. No estoy preparada anímicamente para aguantar las críticas que conlleva el Premio Planeta.
– Un beso de tu marido o un abrazo de tus hijos:
Como sé que mi marido nunca va a leer esto… El abrazo de mis hijos. Es amor puro y sé que llegará una edad en que no me lo darán de la misma forma, así que tengo que atesorarlos todos.

Fuente imagen: Adriana Rubens
Ronda rápida de preguntas (II): ¿Quién es, y por qué?
– Si tuvieras que elegir una persona del mundo que te hiciera una entrevista:
Mi marido. Creo que cuesta más sincerarse con quien más te conoce o cree conocerte. Sería un reto. Además, creo que se llevaría más de una sorpresa. Muajajaja (risa diabólica).
– La persona a la que te gustaría entrevistar:
A Alaska. Me encanta esa mujer, creo que es muy interesante.
– El escritor (o escritora) a quien yo debería hacer una entrevista como esta:
Ahora ha llegado el momento de la venganza. Puedes hacerme una pregunta.
(Adriana Rubens) pregunta: Querido Manuel, ¿qué ves cuando te miras al espejo?
Te respondo con una cita de Steve Jobs:
“Cada día me miro en el espejo y me pregunto: Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?. Si la respuesta es no durante demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo”.
Hasta aquí la entrevista a Adriana Rubens. Espero que leerla te haya gustado tanto como a mí hacerla y que te haya servido para conocer más de cerca a esta escritora. En próximas semanas nuevas entrevistas.
Nos vemos.